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Número: 358752

¿Por qué el ciclismo?

¿Por qué el ciclismo?

¿Por qué el ciclismo?

¿Por qué la bici y no el fútbol? ¿Por qué el ciclismo, la bici y no el balón? ¿Por qué ciclismo?

Mucha gente me lo pregunta, cuando un sábado a las 12 de la noche tienes que marcharte para casa mientras toda la gente se va de fiesta y te preguntan: ¿Por qué te vas? Mañana entreno, mañana corro.. ¿Y TU A QUE JUEGAS? ¿?¿?¿? Yo juego a la bici, soy ciclista. Las respuestas se ven en la cara del que pregunta, muchos expresan admiración, otros se quedan de cruces, otros se ríen. La bicicleta es ese cacharro que todo el mundo uso alguna vez, por el que tienes predilección cuando eres pequeño, es ese deporte tan duro y extenuante que te hace perder la conciencia, capaz de ponerte el corazón a 220 pulsaciones, capaz de hacerte vomitar sangre. Un deporte tan duro, como desesperante, en el que hay que ser paciente y tener sangre frío, además de tener cabeza, no solo son piernas, donde la cabeza hace falta, no solo para aguantar el casco sino, para hacerte ver una escapada que te lleve al triunfo, la que te hace ver los ver los bajones y puntos débiles del contrario mientras bajas por una cuesta de barro a 50 km por hora. Un deporte que es un estilo de vida, una forma de vida, el deporte de más orgullo personal, donde solo y repito SOLO, el propio esfuerzo de tu cuerpo te hace ser capaz de recorrer km y km, donde cada entrenamiento es una superación personal, donde cada día que montas cargas el saco con una anécdota nueva, un deporte que te hace brillar, llegar a lo mas alto, a ti solo, donde por mucho equipo que tengas no eres nadie si no eres bueno, si no tienes clase, sino tienes raza, si no tienes valor. Un deporte donde hay que echarle muchas ganas, donde hay que ser de otra pasta, para ser ciclista no vale cualquiera. Nadie se levanta un Domingo nevando a las 8 de la mañana para ir a una carrera a 400 km de tu casa, llegas a la parrilla de salida y se te rompe la cadena. Un deporte tan duro, que las caídas son parte de nuestro oficio, donde las clavículas, puntos de sutura, rodazuras y rodillas maltrechas son el pan de cada día, es el amor por el deporte, por la bici, por el sacrificio y el sufrimiento el que te hace caerte un domingo estando 3º y correr ese mismo miércoles con la boca cosida. Es un sacrificio tal que te hace tocar el cielo, con colinas de 2.700 metros sobre el nivel del mar, con caminos que solo 3 más conocen, con pendientes del 21% en las que ni un coche sube, pero un hombre, su sacrificio y su pundonor le hace aguantar y aguantar hasta el borde del infarto, cuando el sabor a sangre llega a la boca, cuando solo piensas “soy el mejor” “soy el mejor” “Lo voy a lograr, vamos, vamos, vamos”. Es ese deporte que hace emocionar a cualquiera, cuando ganas una carrera, cuando subes el puerto mas alto, el puerto mas duro, cuando entrenas con 0 grados y vuelves para tu casa de noche y congelado entero, cuando te vas a 1.000 km de casa a competir, cuando corres 5 carreras en una semana, cuando te caes, cuando te haces daño, cuando en otros deportes una simple sobrecarga es 1 mes de baja y en el ciclismo corres hasta con una luxación de hombro, cuando la gente te grita, cuando das espectáculo, cuando te apoyan, cuando te caes y te vuelves a levantar, cuando le echas mas ganas que nadie, cuando tienes una ilusión, cuando cada día que montas en bici más orgulloso te sientes, cuando te hace crecer como persona, cuando te hace madurar. La bicicleta te lo ha dado todo, te ha echo ver los problemas y solucionarlos de otra manera. Eres de otra pasta, eres ciclista. Te da igual el reconocimiento, la prensa, las medallas y el dinero, tu solo quieres caminos, monte, barro, un par de amigos y nuestras bicicletas, mmm… mm.. pues la verdad no cae mal los reconocimientos medallas y el dinero je, je, je, … aunque ya no tengas ni donde poner más trofeos. Hay que ser muy hombre, para bajar a 120 km/h por una carretera granizando, dejando de lado que solo te separan de suelo 2 ruedas de 28” tan estrechas como una moneda de 1 Euro. Por todo eso, porque te sientes orgulloso de llevar un maillot con unos colores, de representar a tu región o país allá por donde vas, porque todo aquel que osa a montarse en una bicicleta, sea amateur, sea un dominguero o sea profesional, merece mi admiración, porque cuando montas en bici, subes una cuesta y te dan ganas de ir para casa, porque piensas: “esto no es para mi, yo no valgo para esto” … pero ahí se ve quien vale y quien no, quien tira la toalla y se va para casa, al sofá o quien aguanta, sufre, sigue, sigue y sigue aunque el pulsómetro diga: PARA, tú sigues y sigues … por qué??? Porque eres ciclista, porque el único rival eres tu mismo, porque lo serás hasta la muerte, porque eres un deportista de los pies a la cabeza, porque eres un sufridor nato y te mereces un: “OLE OLE Y OLE”. PORQUE TIENES VALOR!!!. El que no esta dentro no sabe lo que es, como se vive y como se sufre. Autor: Anónimo

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