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Número: 346557

otra exclusividad

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Son inventores natos. No lo pueden ocultar y la historia está plagada de aciertos que Look ha introducido como concepto y el resto de fabricantes han continuado por esa línea. En 1957 comenzaron a fabricar ataduras de esquí automáticas con asto de seguridad diagonal, en 1985 ganaron el Tour de Francia con el primer pedal automático que se fabricó en serie (Look PP65), en 1986 compitieron en la ronda gala con el primer cuadro de carbono que se fabricaría en serie y dos años más tarde comenzaron la producción de horquilla estandarizadas de carbono, en un mercado en el que todos sus competidores seguían investigando en las aleaciones de metales.
La senda del carbono
Desde los primeros modelos KG en los que Look utilizó tubos de carbono, aunque se montasen con racores de aluminio, tenían muy claro que a cada parte del cuadro, gracias a las características atávicas a las fibras sintéticas, se le podría dotar de unas características de comportamiento muy concretas. Gracias a esta alternativa se pueden fabricar cuadros muy rígidos frente a deformaciones laterales pero que, al mismo tiempo, frente a impactos verticales, sean más confortables que los de cualquier material. A principio de la década del 2000 este fabricante galo ya se había pasado a la tecnología monocasco, con todos los beneficios industriales que comporta, pero ahora, desmarcándose de lo que hacen el resto de sus competidores, toma otro camino y reinventa la bicicleta diseñándola desde un concepto de integración total.

Las tres claves
Muchos pensaréis que son varios los fabricantes que, incluso, llegan a confirmar que sólo utilizando el montaje que ellos proponen se puede sacar el máximo rendimiento a su bicicleta, ya que la han desarrollado teniendo en cuenta hasta las ruedas y el manillar que va a montar. Es una manera de interpretar la integración, pero Look tiene la suya propia.
El ciclista se apoya en tres partes de la bicicleta: manillar, sillín y pedales. Estos tres componentes transfieren la energía que aporta el ciclista para lograr un movimiento más o menos eficiente. La aplicación de esta fuerza de transferencia se realiza en tres puntos clave de la estructura de un cuadro: eje de dirección y horquilla, tija y caja de pedalier.
La nueva Look 695 ha utilizado este concepto como principal argumento para lograr un producto ligero, rígido, cómodo y que permite extraer la máxima eficiencia dinámica del ciclista.

¿SR o comodidad?
Existe una duda generalizada entre los futuros compradores de una bicicleta de gama alta. Casi todas proceden de las utilizadas en la alta competición y el uso de los modernos carbonos permite lograr un grado de rigidez elevadísimo. Rigidez que, en el caso de los ciclistas profesionales, juega en contra del confort de marcha. O sea, que te encuentras en la tesitura de tener que elegir entre comprarte la bici de tus sueños y que se te caigan los empastes de las muelas en cada bache o recurrir a una bici de segundo nivel de concepto totalmente cicloturista. Fabricantes como Specialized atajaron esta diatriba con el modelo Roubaix; una bici de alta gama pero pensada para ofrecer un elevado grado de comodidad. En Look han sido más directos: el que quiera una 695 puede elegir entre la versión SR, la más "pro", o la estándar, que ofrece un 15% más de coeficiente de amortiguación.
Esto se ha conseguido gracias a la utilización de la tecnología CFD (continuous fibre design), mediante la que se colocan las capas de tejido de carbono en diferentes sentidos, para conseguir un comportamiento de la estructura predeterminado.

HSC 7 y potencia
La nueva horquilla HSC 7 utiliza rodamiento inferior sobredimensionado (una pulgada y un quinto) pero, además, la transición entre el diámetro superior e inferior es totalmente cónica, de manera que se incrementa, de manera estructural, la resistencia a la torsión del cabezal de la horquilla en valores muy altos, lo que aporta mejoras en la estabilidad y rigidez del conjunto.
La potencia forma parte de la integración (se vende como parte del kit): se trata del modelo C-Stem y permite cambiar la angulación entre -9 y +13 grados. Además, mediante una semi elipse con forma de media luna (Moon Shaped), podemos cambiar la longitud de este componente en hasta 1 centímetro. O sea, que si compras una de 100 milímetros podrás utilizarla hasta en 110 milímetros de extensión. En las imágenes lo veréis más claro; es un sistema tan sencillo como eficaz y no perjudica la solidez del conjunto.

Tija E-Post
Algo que ya vimos en los modelos de más alta gama de Look de los dos últimos años pasa a ser utilizado en la nueva 695. La tija con elastómeros de absorción E-Post se utilizará como una de las dos opciones de montaje, ya que, para los amantes de lo clásico, también estará disponible la tija convencional de carbono Aero.

Conjunto pedalier Zed 2
Es una evolución del modelo Zed que ya os presentamos el pasado año. Pero se ha renovado por completo: gracias al uso de una araña multiposicional, permite el uso de platos de 130 mm (estándar Shimano) o de 110 mm (compact), utiliza un apoyo oversize (BB 65 mm) que permite introducir todo el conjunto desde la cazoleta izquierda del cuadro, por lo que está fabricado en una sola pieza de carbono, arrojando un peso final de 320 gramos (rodamientos incluidos) y, por último, utilizando una especie de interfaz, denominada por Look "three-lobe", se puede variar la longitud existente entre el eje de pedalier y el de los pedales en tres medidas: 170, 172,5 y 175 mm.

En el momento de redactar estas líneas nos encontramos en Nevers, en el circuito de velocidad de Magny Cours, lugar donde Look nos ha traído para probar la nueva 695: en breve tendréis los primeros resultados de nuestras pruebas: estad atentos a esta web.

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