Hace justo un año atrás ni siquiera tenía bicicleta (no andaba en bicicleta desde el año 95), desde que me la compre tenía ganas de hacer una pequeña travesía. Hasta que pinche por primera vez (hace 5 meses) nunca había cambiado una cámara y hasta ahora mi única “experiencia” en un arreglo de una pinchadura fue esa. Aprendí a embalar una bicicleta gracias a la magia de youtube y a reparar una pinchadura gracias a “los amigos del pedal”. Luego leyendo en internet recomendaban el camino de los 7 lagos como primera travesía y eso hizo que me decida por la misma. A mediados de enero saque los pasajes con fecha de llegada a Bariloche 14 de marzo… ya no había vuelta atrás.
Preparativos:
El 27 de febrero, mientras estaba en la costa, me agarra un cólico renal (no se lo deseo a nadie por el dolor que genera) que se repitió durante los 2 días siguientes, en unos de esos días termine con suero en un hospital de la costa atlántica. Como agravante a mediados del año pasado me tuvieron que operar de urgencia por un cálculo renal que había tapado las vías urinarias.
Al llegar a Buenos Aires el Martes 3 de marzo (feriado de carnaval) lo primero que hice fue ir a una clínica para que me hagan una ecografía: resultado pequeños calculitos en los 2 riñones y sedimentos en la vejiga.
Demás esta decir que a esta altura el viaje estaba casi suspendendido. Al otro día (Miércoles 4 de marzo) voy a ver a mi urólogo, le llevo la ecografía y le comento el viaje que pensaba hacer. Esperaba que me diga que ni loco lo haga y me dijo la frase …”yo que vos lo haría…” me explico que los cólicos que sufrí era porque el tratamiento estaba siendo exitoso y que me iba a dar una pastilla para que no tenga dolores, me dijo que lo llame el Lunes 10 de marzo (4 días antes de viajar!!) para que le cuente como me sentía. Ese fin de semana (el sábado) me subí por primera vez a la bici desde el cólico y al otro día probe la alforjas con algo de peso por primera vez. Por otra parte los cólicos no se repitieron así que el Lunes llame a mi médico y me volvió a repetir de que haga el viaje. Que no había nada de qué preocuparse.
Por lo tanto al otro día me compre una buena bolsa de dormir (un éxito) y luego 2 días antes de salir, después de mucho vacilar, me compre una colchoneta autoinflable (otro gran éxito).
Durante toda esa semana mi mujer me banco y jamás me dijo que suspenda el viaje, aunque no tengo dudas de que estaba bastante preocupada.
Primer día: Salida
Llegue a Aeroparque con tiempo por si había algún problema con la caja de la bicicleta embalada. Por suerte no hubo ningún inconveniente, solo me cobraron $ 60 de exceso de equipaje. Al llegar al aeropuerto de Bariloche me tome una combi para la terminal, donde saque el pasaje a Villa La Angostura. Media hora después ya estaba arriba del micro en camino. Apenas arribo a la Villa me pongo a armar la bicicleta, mientras la estaba armando un borracho me quiso robar la caja de embalaje, le tuve que decir varias veces que la deje… la última de muy mal modo. Una vez armada la bici la despache por encomienda para San Martin de los Andes. Luego enfile para el Hotel “La Angostura”, el mismo estaba muy bueno: tenia un ambiente muy cálido u habian personas muy agradables. También ese día compre vituallas para el viaje, cene en el hostel y finalmente me fui a la cama temprano para estar fresco al día siguiente.
Segundo día:
Amanece bastante nublado. Mientras estaba desayunando chequeo el pronóstico: nublado y lluvias intensas para esa misma noche. Confiando en que el pronóstico estuviese errado a las 10:00 comienzo la pedaleada. Hacía más frio de lo que esperaba.
Barajaba 2 opciones al salir, una era salir de la ruta de los 7 lagos y pasar la noche en Villa Traful y la otra era seguir por los 7 lagos y llegar al camping del lago Picchi Traful. La opción de Villa Traful le iba a agregar un día más a la travesía. Estaba indeciso (sobre todo por el clima) así que pospuse la decisión mientras seguía pedaleando, hasta ver como se manifestaba el clima.
Durante esta primera etapa me cruce con varios ciclistas que hacían el recorrido: a un grupo de 4 brasileros los cruce en varios tramos del recorrido (nos cruzábamos cuando parábamos a sacar fotos). Y luego llegando al lago Correntoso me cruce con un grupo de 5 ciclistas de Junín de los Andes liderados por Luis Rodríguez.
Al llegar al lago Correntoso paro para almorzar (hay una pequeña proveeduría frente al lago). Realizo un “rico“almuerzo: el mismo constaba de 2 fetas de pan lactal casero de por lo menos 2 días y una sola feta de jamón y otra de queso (el sándwich es su conjunto era más chiquito que un tostado de McDonalds!) pero era lo único que vendían. Descanso media hora y luego continúo.
Al dejar atrás el lago Correntoso comienza un ascenso de varios kilómetros. El clima estaba cada vez mas nublado y la lluvia era inminente. Finalmente llego al lugar donde sale el camino para Villa Traful, tenía que decir si seguía o me desviaba. Espere 10 minutos y ningún auto paso por ese camino, me pareció bastante desolado así que decidí seguir por el camino de los 7 lagos. Luego al rato comienza el camino de ripio que está en muy buen estado, lo único que molestaba era las maquinas que estaban asfaltando. Por suerte como había llovido también los días anteriores no volaba tanta tierra al pasar un auto.
Finalmente alrededor de las 16:30 hs llego al destino: Camping de Pichi Traful (frente al lago Traful).
Un lugar hermoso con una espectacular playa. Había muy poca gente en el lugar, acampe muy cerca del lago y rapidamente noto que la temperatura comienza a descender. Entonces me metí en la carpa y fue ahí cuando comenzó una persistente llovizna. No pasaron más de 10 minutos que en la carpa comenzó a ingresar agua (sobre todo en las costuras y por el techo).
Si filtraba tanta agua en una llovizna no quería saber cuánta agua iba a entrar cuando se desatara la tormenta, por lo tanto fui a hablar con el encargado del camping y le pedí si me dejaba dormir con la bolsa en el quincho. No solo me dejo dormir sino también incluso me sugirió que trajera la carpa (cosa que hice rápidamente). Al rato veo al grupo de ciclistas de Junín de los andes que traían también sus carpas al quincho. No paso mucho tiempo para que comenzara a hablar con ellos y terminamos comiendo una agradable merienda-cena en continuado viendo como llovía cada vez más fuerte.
A eso de las 23 hs ya estábamos todos en nuestras respectivas carpas después de haber tomado varias botellas de vino y cerveza. Como ya dije un gran éxito resulto la colchoneta autoinflable por su facilidad de despliegue, su comodidad y el poco peso que tiene. Alrededor de las 3 de la mañana me despierto por lo ruidos: se escuchaba llover pero sobre todo un constante ruido por la acción del viento sobre los arboles. Se escuchaba literalmente como las ráfagas de viento se iban acercando por el ruido de los árboles y finalmente llegaban sacudiendo a la endeble carpa.
Tercer Día:
Me desperté temprano, no dormí mucho por la lluvia y el viento. Seguía lloviendo pero no con tanta intensidad como a la noche.
Nos pusimos a desayunar en el quincho mirando el cielo y esperando que pare. Al rato Luis me comenta que su grupo abandonaba la travesía, no querían andar con lluvia y al otro día tenían que trabajar. Me ofreció llevarme hasta San Martin. (tenían un auto de apoyo y él había dejado su auto en San Martin y se iba a la ruta a tomar un micro para ir a buscarlo) yo le agradecí pero le dije que iba a esperar que pare para continuar. También en el camping había una pareja de ciclistas que abandonaban, tenían un auto que lo mismo que Luis lo habían dejado en San Martin. En definitiva todos los ciclistas del camping abandonaban menos yo.
De modo que la mañana transcurrió sin que la lluvia pare. Aproveche ese momento para levantar el campamento y estar listo apenas pare. Quería evitar la lluvia porque no sabía si las alforjas iban a mantener su impermeabilidad. Mi objetivo para ese día (contemplando el estado del tiempo) era ir al camping del Lago Falkner que está a unos modestos 12 kilómetros pero casi todo el trayecto era en subida.
Durante el transcurso de la mañana aparecen 2 chicas que estaban en el camping y se pasaron la noche dentro de su carpa bajo la lluvia, por suerte la carpa no se les inundo pero habían dormido poco por los ruidos de la tormenta.
Me quede hablando y tomando mate con las chicas y el encargado del camping (Sergio) hasta la 13:30 de la tarde. Entre otras cosas me entere de la fauna del Lugar (Libres, zorro y Pumas).
Para esa hora había regresado Luis en el auto que fue a buscar a San Martin. Me volvió a insistir que me llevaba a San Martin: me dijo que había llovido mucho que la ruta estaba resbalosa y que no estaba para pedalear, a la insistencia se sumo su mujer que comento que se esperaba que continúe lloviendo en los 2 días siguientes.
Ante mi negativa proponen llevarme hasta el lago Falkner. En ese momento interviene el encargado del camping y me dice que en el camping del Falkner había una salamandra y que podía dormir en un quincho cerrado. Eso termino de convencerme y accedí a que me lleven hasta el Falkner.
Ni bien arrancó el auto y al ver el estado del camino comencé a arrepentirme. Yo esperaba ver una camino muy embarrado y con muchos charcos pero en realidad el camino estaba bastante bien a pesar de que la lluvia continuaba.
El camino era de casi 8 kilómetros en subida, a mitad de ese trayecto comenzaba nuevamente el asfalto, a los 10 kilómetros comienza un descenso hasta llegar al lago Villarino y en pocos kilómetros más se encuentra el Lago Falkner en donde está el Camping.
Al llegar al camping le vuelvo a agradecer al Luis y a su esposa su amabilidad y nos despedimos. Luego lo primero que hago es pedirle al único encargado del camping una hamburguesa completa y mientras la preparaba empecé a recorrer las inmediaciones. El camping es muy hermoso aunque note que no había un alma, estaba más vacio que el otro camping. Mientras estaba comiendo la hamburguesa al calor de la salandra le pregunte al encargado si podía pasar la noche en el quincho dado que mi carpa no aguantaba 2 gotas de agua. Para mi sorpresa me responde amablemente que ahí no podía dormir y ofreció dormir en otro quincho del camping como a 2 cuadras de ahí.
Al ver lo solitario que estaba el camping siendo las 15hs y ante la perspectiva de estar en un quincho solo hasta el otro día empecé a pensar en volver al otro camping (el de Pichi traful) ahí por lo menos tenia compañía. Además tenía ganas de pedalear dado que el camino no estaba tan mal a pesar de que seguía lloviendo.
En eso llega una pareja al camping y se ponen a comer. No paso mucho tiempo para que nos pongamos a conversar, ellos me dijeron que iban para el lado de Villa la Angostura y que pensaban pasar por el camping de Pichi Traful. Ahí nomas le dije si me hacían el favor de dejarme la alforja y la carpa en el camping. Solo me quede con lo puesto quería probar mi ropa de lluvia por si tenía que seguir todo el trayecto con esta condición climática.
En menos de 1 hora ya estaba de nuevo en el camping de Pichi Traful, a pesar de la lluvia llegue bastante seco, fue un éxito haberme puesto una bolsa de nylón en cada pie entre 2 pares de medias.
Lo único interesante para comentar de este breve trayecto es que cuando pase por el lago Villarino y estaba ascendiendo veo un animal adelante a mi derecha a unos 10 metros que iba subiendo para el mismo lado a donde iba yo. Apenas lo vi pensé que era un puma por la forma de moverse (saltar) y por el color, durante medio minuto fuimos a esa distancia hasta que se freno y me miro. Al mirarme me doy cuenta que era un zorro (o al menos eso me pareció en ese momento). Al día de hoy con mi poco conocimiento de Fauna no se que era si un Puma o un zorro. Dado que luego al concluir el viaje y ver en internet fotos tanto de Pumas como Zorros este animal no tenía la cola tan floreada como los zorros.
El resto de ese día me lo pase jugando al truco con las 2 chicas y el encargado del camping con una lluvia que disminuía en su intensidad pero no paraba. Ese día solamente 2 ciclistas llegaron al camping, venían con una bici tipo tanden. Habían salido de Ushuaia y esperaban llegar a Ecuador.
Cuarto Día:
Me despierto alrededor de las 8.30. Esa noche pude dormir mejor porque no hubo tormenta ni viento, igualmente dormí en el quincho bajo techo por la dudas. Estaba resuelto a continuar llueva o no. El día estaba muy nublado pero por suerte no llovía. Rápidamente levante el campamento y deje todo listo para partir. Desayuné con las 2 chicas y con el encargado del camping y luego alrededor de las 10:00hs comienzo la pedaleada. El objetivo era llegar a San Martin de los Andes.
Al retomar la ruta los primeros 8 kilómetros eran en ascenso con partes bastante empinadas, en varios momentos pare a tomar agua y recuperar piernas. Pasando las 12hs arribe nuevamente al camping del Falkner. Almorcé (esta vez Sándwich de Mila completo) y partí. El camino continúa con un poco de subida y se llega a una hermosa cascada donde pare a sacar fotos. Luego el camino sigue en constante subidas el bajadas, la ruta estaba poco transitada por momentos no pasaba ningún auto.Se veían muchas liebres.
La próxima parada la realice al llegar al Lago Machónico, la ruta tienen un mirador espectacular de la vista del lago. Estuve descansando un rato.
Luego de retomar comencé a notar el cansancio, sabía que no faltaba mucho (teniendo en cuenta que los últimos 15 kilómetros son en bajada). Cuando Faltaban aproximadamente 15 kilómetros llegue al mirador del Pil Pil. Tiene una vista hermosa: de lejos se ve el lago Lacar y varios cerros. Para mí este fue el momento cumbre. Sabía que estaba a un paso de llegar y que la travesía había sido un éxito, me quede largo rato “saboreando el paisaje” en soledad y en silencio dado que no había nadie.
La magia del momento se rompió cuando arribaron por separado casi al mismo tiempo 2 parejas de jubilados, al instante una pareja empieza a darme charla. No me molesto que me hablaran pero lo primero que me preguntaron era donde vivía y cuando le respondí que vivía en Capital en la zona de Congreso, me preguntaron si era un lugar “seguro”… tarde en entender la pregunta me parecía irreal dado el lugar, creo que no respondí pero respondieron ellos que vivan en Lanús y que era muy inseguro. No sé si por suerte o desgracia entro en la conversación el otro matrimonio (no sé donde vivían Jaja) para engancharse en una charla sobre inseguridad en el mirador del Pil Pil!!!.
Por mi parte me aleje, trate de abstraerme y hacer oídos sordos a lo que hablaban (a esta altura la conversación versaba sobre lo peligroso de ser mochileros y del crimen de las turistas francesas!!!) Pero no pude resistir semejante desubicación así que me monte a la bici y comencé a retirarme cuando una de las señoras comento algo así como “…creo que echamos al muchacho…”.
Los 15 kilómetros de bajada fueron hermosos: a derecha se ve el lago Lagar que culmina donde se halla San Martin de los Andes. Pasando la entrada al cerro Chapelco comenzó a haber más tráfico y paro colmo estaban arreglando la ruta. Por lo tanto tuve que andar con mucha atención y cuidado. No obstante cuando ya estaba por arribar casi sin darme cuenta la ciclo computadora marco una velocidad de 57 kilómetros por hora.
Quinto día:
Al Llegar el día anterior me hospede en el Hostel “Puma”, lo recomiendo es bastante tranquilo y el ambiente del lugar es bastante agradable.
Quería conocer la playa de Quila Quina que en muchos lugares la recomendaban, de manera tal que después de un rico desayuno y habiéndole sacado las alforjas y demás bártulos a la bici enfile para dicho lugar.
Para ir hay que retomar por el camino de los 7 lagos, ahora ascendiendo unos 8 kilómetros para luego tomar por un camino de ripio donde hay un muy empinado ascenso de otros 8 kilómetros. La verdad que vale la pena cada metro de ascenso porque luego de estos 8 kilómetros comienza una espectacular bajada de 6 kilómetros con una vista majestuosa del Lago Lacar y sus alrededores. En esta bajada la bicicleta toma una velocidad increíble y hay muchas curvas muy cerradas, consecuentemente tuve que andar con mucho cuidado. En ese momento decidí que para el próximo viaje me voy a comprar una esas filmadoras chiquitas que se enganchan en el casco.
Al terminar el descenso se arriba a una muy hermosa playa con un lindo muelle. Junto al muelle hay un restaurante donde almorcé. Al finalizar el almuerzo me pegue el mayor susto del viaje… ya cuando estaba comiendo vi que habían en el lugar unos insectos que eran como unas abejas pero un poco mas grandes (luego me entere que le llaman “chaquetas amarillas”). Cuando estoy por pagar la cuenta siento un pinchazo bajo la espalda y al momento me doy cuenta que unos de esos bichos me pico. Cuando viene la moza a cobrarme le digo despreocupadamente que unos esos insectos me había picado. Ella me dice que no es común que piquen pero que no pasaba nada… salvo que seas alérgico.
Yo soy alérgico (lo cual me empecé a incomodar) y le comente que era alérgico entonces me dice… “Ándate ya para San Martin porque dentro de un rato puede ser que no puedas respirar!!!. Esta por salir la próxima lancha apúrate y tómala!..” Sin pensarlo rápidamente enfile para el muelle y el de la lancha me dice que no iba para San Martin que la que la lancha para San Martin salía a las 17hs!.
Por suerte no tuve ninguna reacción alérgica ni ningún problema salvo un molesto ardor (por las dudas, para el próximo viaje me voy a llevar un decadron inyectable!).
El resto de la tarde lo pase recorriendo los senderos y las playas casi desiertas del lugar. Para volver a San Martin regrese en lancha. Al día siguiente hice treking por los alrededores con unos chicos del hostel.
Para volver a Bariloche me tome un Micro, fui un rato antes para retirar la caja y embalar la bici con tiempo.
En Bariloche me esperaba mi mujer para pasar unos días juntos allá.
PROXIMA TRAVESIA:
Tengo muchas ganas de ir al noroeste en septiembre u octubre. La idea es recorrer Jujuy, Salta y Tucuman en 12/14 días. Todavía no tengo ninguna ruta planeada. Quien quiera acoplarse es bienvenido como así también son bienvenidas sugerencias de personas que hayan realizado el trayecto.
Por mi parte voy a entrenar más y también previamente quiero realizar algún buen curso de mecánica.